Responsive image

Gran Tarde de Ignacio Garibay y los toros de Marrón

Especial - Juan Angel Sainos - 15/9/2016

Extraordinario ambiente en una tarde preciosa para la corrida de Independencia.

Ante casi lleno en el tendido de sol y media entrada en sombra, para acompañar al maestro Zotoluco en su despedida de la preciosa plaza de toros de Juriquila Querétaro.

Se lidió una preciosa corrida de la ganadería de Marrón, baja y muy bien hecha, cuatro se dejaron meter mano y sobresalieron por mucho el segundo que mereció el arrastre lento, y el extraordinario quinto, al que le dieron vuelta al ruedo.

Abrió plaza el rejoneador Jorge Hernadez Garate con un toro de Carranco, quien ha tenido una actuación muy completa y muy templada, el potosino clavo un rejón de castigo, banderillas a una mano y tres banderillas cortas en todo lo alto, desafortunadamente el rejón de muerte cayó en muy mal lugar y perdió los trofeos que tenía ganados, fue ovacionado al despedirse.

Los Forcados de Juriquilla con mucho valor y entrega consiguieron la pega al tercer intento.

Eulalio López Zotoluco, ha tenido una tarde en la que ha vuelto a poner de manifiesto que está hecho un maestro del toreo. A su primero le hizo una faena donde destacaron los tiempos, el entendimiento del toro, las pausas, y la forma en la que parece detener el tiempo con su toreo.

En su segundo no pudo hacer nada, y decidió regalar un toro, al que le hizo la faena y de no haberlo pinchado le hubiera cortado la oreja.

Antes de salir a matar el Toro de la despedida, la familia Toreslanda le entregó una placa conmemorativa a su historia en esta plaza y como recuerdo a su última tarde en Juriquilla.

Ignacio Garibay ha demostrado el día de hoy, que pasa por un momento extraordinario, le cortó la oreja a su primero por una faena que merecía mejor premio, y a su segundo le cuajó un faenón de antología, verdaderamente le bordó el toreo.

Garibay se sintió y se relajó como nunca, con pases lentísimos, torerísimos, y de un empaque extraordinario. Petición de indulto, que el toro merecía, y que le juez puso oídos sordos. Dos pinchazos hicieron que perdiera el rabo. Pero no la oreja que paseó en compañía de Don Pepe Marrón, después de que le dieran la vuelta al toro.

El Español Daniel Luque mostró en todo momento el oficio y el gran gusto que posee, Le tocó el lote que menos transmisión tuvo, sin embargo siempre estuvo con muchos deseos de triunfar, siempre queriendo y con maneras y empaque de torero bueno. Fue ovacionado en ambos.

Al final del festejo abandonó la plaza en hombros IGNACIO GARIBAY, por esta gran actuación.