Guadalajara, Jalisco.- Enorme tarde en Guadalajara para despedir a Pablo Hermoso de Mendoza -tres orejas-, y atestiguar la espectacular presentación de Guillermo Hermoso -indultó a su segundo-. Fauro Aloi estuvo a la altura del compromiso y en el cerra plaza dos pinchazos lo alejaron de tocar pelo.
Previo al festejo, la administración del coso tapatío organizó toda una fiesta charra para homenajear al Navarro, mariachis, escaramuza, charros floreando la reata y un numeroso ballet folcklorico dieron forma en el ruedo a un muy colorido reconocimiento a Hermoso de Mendoza.
Ya en la corrida, el maestro estellés hilvanó la primera gran lidia de la tarde, aparecieron los recortes en la cara del toro, convirtió su cabalgadura en una muleta gigante para templar a “Cuadrillero” al hilo de las tablas, el par de banderillas que colocó a dos manos, sujeto de la silla, y las tres rosas terminaron por emocionar al respetable que esperó quince meses para esta cita.
Pablo colocó el rejón de muerte en buen sitio para cortar las dos primeras orejas de su despedida.
En segundo turno, saltó al ruedo “Báltico”, se apagó un poco en las banderillas y Pablo se esforzó para aprovechar lo que tenía enfrente, concluyó su lidia con un vibrante par a dos manos, por dentro, exponiendo al máximo para encender a la clientela. Una oreja más para el Centauro de Navarra.
Y lo ocurrido con Guillermo Hermoso fue un cuento de hadas, desde su primero mostró una monta interesante con el sello de la dinastía, pero en su segundo…
Recibió a porta gayola a “Venadito”, de inmediato el de Peñalba hizo hilo con el jinete que lo llevó al centro del ruedo a todo galope, para en redondo controlar la bravía salida del ejemplar.
Guillermo aprovechó la fijeza, nobleza y motor de su enemigo para construir una lidia de alta exposición, el respetable explotó cuando el joven rejoneador, a bordo de “Berlín” ofreció una y otra grupa en un palmo de terreno a la embestida de “Venadito”, apenas tomó el rejón de muerte y el público solicitó el máximo honor para toro y torero.. el biombo sacó el pañuelo verde y Guillermo Hermoso firmó ante el júbilo general en El Nuevo Progreso, el primer indulto de su carrera.
Fauro Aloi, estuvo a la altura de las circunstancias, su primero fue el más flojo del encierro, con su segundo se mostró más confiado y tuvo instantes de distancia milímetrica entre toro y caballo, pinchó en dos ocasiones y se esfumó la posibilidad de cortar una oreja.
Al final tuvo un sinsabor con la logística del evento, pues todavía no agradecía al respetable por las palmas otorgadas, cuando la plaza se oscureció e inició la parte final de la fiesta en honor a Hermoso de Mendoza, quien al percatarse de la situación, fue por Aloi para que diera una merecida vuelta al ruedo, cobijado por el grito de Torero-Torero.
Uno de los forcados actuantes resultó con una cornada de 15 cms en la región abdominal, fue hospitalizado para una evaluación mayor.
Los Toros de Peñalba de buena presentación y la mayoría tuvo condiciones para la lidia a caballo.
El Nuevo Progreso registró la mejor entrada en los últimos años, sombra a tope y sol con un solo hueco en general, algunas 14 mil personas en la plaza.
