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Zacatepec, y el encaste Murube en Cedral

Boletín de Prensa - Colaboración Especial - 12/02/25

Cedral, Zacatecas.- En la actualidad, la plaza de toros “Frascuelo”, de Cedral, San Luis Potosí, es considerada la Ceret en México, y ello gracias a la seriedad de los toros que se lidian y sobre todo a la dedicación puesta por el joven empresario Manuel Azcona. Esta pequeña plaza de toros está enclavada en el Altiplano Potosino, y fue inaugurado el 14 de agosto de 1902, y desde entonces, reza la tradición, se celebra una corrida de postín. Ahora, la apuesta de Azcona, es la celebración de dos festejos, por lo que ahora el 23 de febrero, se realizará un expectante Corrida de Rejones, en la que harán el paseíllo Jorge Hernández Gárate, Guillermo Hermoso de Mendoza, y Fauro Aloi. 

 

Respetando el trapío y la presencia del toro, la empresa Cantauro ha seleccionado un encierro con edad de la ganadería de Zacatepec, que preserva con celo el encaste Murube. Esta casa ganadera, propiedad de la familia Muñoz, es considerada una joya del campo bravo mexicano, y por ello, es una de las predilectas para el toreo a caballo. Para el ganadero Alejandro Muñoz, la crianza de estos toros, es un aporte importante a la fiesta brava, bajo una propia identidad desde 1920. Un toro  negro, junto al son el son y la nobleza, son algunas de las principales características que definen a esta ganadería y que tanto gustan a los caballistas en la actualidad. 

 

Con la visión de Manuel Azcona y de Zacatepec, el binomio resulta perfecto y atractivo, pues estamos hablando de una plaza seria para toros serios, no hay más, así que dicho motivo, reviste especial ilusión para todos los protagonistas. “Es una alegría estar en una plaza que goza de gran prestigio, que se la colgado la etiqueta de torista, vamos con la enorme ilusión de nuestra presentación en Cedral”, explicó el ganadero, quien reafirmó que el toro de Zacatepec de encaste Murube, tiene emoción, bravura y se siente en el ruedo. 

 

Bajo la exigencia y seriedad, Manuel Azcona apuesta por este encaste para su corrida de rejones, en la búsqueda del triunfo para los actuantes así como de la preservación del prestigio para su plaza de toros, y es que para nadie pasa desapercibido el profundo amor que tiene por su tierra y su gente el joven empresario que levantó de cero una plaza vapuleada por terceros que sólo buscaban el beneficio propio. 

 

Aire puro en Cedral

 

El resurgir de esta plaza fue una bocanada de aire puro, pues desde 2012, a través de Cantauro, empresa gestora, el trabajo ha sido continúo y siempre a favor de la afición, nunca al propio. Ese año podríamos decir que regresó la vida al pueblo en forma de toros, pues en la figura de Manuel Azcona, se encontró a un joven visionario, apasionado de la vida, orgulloso de sus raíces, con un amor y respeto a la fiesta brava.  Un nuevo enfoque y una nueva visión empresarial comenzó a dar de que hablar, y en pocos años, Cedral cobró importancia en la geografía taurina. 

 

“La plaza de toros Frascuelo significa todo para mí, es la causante de mi amor a la fiesta. Aquí todo se hace con amor, se cuida hasta el más mínimo detalle, pero además de eso, en Cedral y su plaza se respeta al toro bravo por sobre todas las cosas, porque es el pasado, el presente y el futuro de la fiesta. Si hay toro, hay todo”, afirmó el empresario, que cuenta los días para la presentación de Zacatepec. 

 

Cedral tiene algo que ni se compra ni se adquiere: personalidad, llevando al toro como único y principal protagonista, y justo por ello, ha ganado ya el calificativo de ser nuestra Céret Mexicana.  Ante esta efervescencia, un público cautivo espera el 23 de febrero para abarrotar la plaza de toros “Frascuelo”, cuyo aforo es de 3 mil 500 personas, aunque el permitido es de 3 mil 100.