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Sergio Flores no quiere ser flor de un día

Edgar Mendoza - Colaboración Especial - 20/2/2017

El diestro mexicano Sergio Flores, inició la jornada del lunes con la serenidad y alegría de saber exitoso tras su cuarta salida a hombros en la Plaza de toros México en el décimo  sexto festejo en donde cortó dos orejas a un toro de Jaral de Peñas.

“La verdad ya paso la euforia de ayer y todo y uno sigue contento y con algo especial en mi cuerpo, y una salida a hombros es muy especial y de todas tengo un recuerdo magnifico, y de esta bueno… por el cartel, la plaza y la entrada”.

Sergio Flores, suma siete actuaciones en México y logra cuatro salidas a hombros. Y seguir caminando con pies de plomo que es lo más natural.

“Si eres flor de un día no vale la pena y lo tuve claro desde la primer salida que tuve, y con esta son cuatro y esto no quiere decir nada. Y cuantos compañeros han rosado el cielo y por circunstancias no siguen ese paso y me queda claro y este es un empujón fuerte para seguir toreando en mejores condiciones, mejores carteles, más plazas en fin y la verdad siempre con los pies bien asentados en la tierra”, señaló el torero.

La agenda de Sergio Flores continuará en los carnavales -27 de febrero en Tecolotlán, Jalisco; Jalostotitlán, Autlan, y ojala esto sea un golpe de autoridad como para pensar en volver a Europa en donde de novillero tuvo triunfos en Francia y España.

Me gustaría regresar. Yo como torero le doy las herramientas a mi apoderado y él trabaja para buscar fechas y cumplir objetivos. Me gustaría volver a Francia en donde gane mucho cariño de la gente y España no se diga es algo significativo, de igual forma, pero eso el tiempo lo dira".

En relación al quite Sergio se emociona y dice es algo que por reglamento le tocaba "Y ver dos puyazos dice este es mío y fui para hacer una quite ajustado por chicuelinas al toro de maestro Joselito y el creo, así lo entendió", explicó el torero.

Este lunes por la mañana Sergio Flores se reune con su equipo de trabajo para agradecer y celebrar con un desayuno, para después cada quién volver a sus labores con el objetivo de seguir poniendo el pendón cada vez más alto y superarse a ellos mismo.