Jiquilpan vivió una tarde llena de emociones, arte y pasión durante la corrida celebrada en la plaza de toros Alberto Bladeras. Con un cartel de lujo, los aficionados disfrutaron de un espectáculo variado que dejó momentos memorables y emociones intensas.
El rejoneador Jorge Hernández Gárate abrió el festejo, enfrentando con temple y habilidad a su lote. Aunque no logró redondear su actuación con trofeos, fue ovacionado por su entrega y buen toreo a caballo. Lo acompañaron los valientes Forcados de San Luis Potosí, quienes realizaron buenas pegas. Cabe destacar la valentía de Omar Solorio, quien sufrió una cornada durante el primer toro; afortunadamente, las heridas no fueron de gravedad, permitiéndole salir por su propio pie de la plaza.
El maestro Alfredo Ríos “El Conde” se mostró en plenitud de facultades. Ante su primer toro, de nombre “Cantero”, un bravo ejemplar de 470 kilos que recibió arrastre lento, ejecutó una faena magistral que le valió dos orejas. En su segundo, ofreció una lidia firme y profunda, siendo premiado con palmas del público, siendo la falla con el acero lo que le impidio cortar pelo.
La joven promesa del toreo, Paola San Román, dejó una huella imborrable en la afición. En su primer toro, “Manzanero”, un magnífico ejemplar de 485 kilos que también mereció arrastre lento, firmó una faena emotiva y de gran profundidad, logrando cortar orejas y rabo. Su segundo toro, puso a prueba su capacidad, malogrando con la espada lo que a la postre le quita trofeos.
Los toros de la Ganadería de Magdalena González dieron un extraordinario juego Destacando el segundo del orden de lidia “Cantero” y el tercero “Manzanero”, los cuales recibieron arrastre lento por su gran clase y bravura. Fue una tarde donde los diestros pudieron irse con más orejas en la espuerta, pero el acero los privó de las mismas.
Con un clima de gran entusiasmo y un casi lleno en los tendido, la corrida en Jiquilpan reafirmó su lugar como una de las tradiciones taurinas de la región, haciendo que el respetable saliera toreando de la plaza.