Un desfile de toros bien presentados pero con pocos trazos de raza para una buena lidia, resultó el encierro de Los Cués que enfrentaron Alfredo Ríos “El Conde”, Fermín Rivera y Fermín Espinoza “Armillita IV”.
Los bureles, la mayoría, acusaron debilidad y mansedumbre; así los pincelazos que lograron los espadas fueron muy meritorios tras porfiar para sacar agua de las piedras.
Fermín Espinoza dio la vuelta al ruedo tras lidiar a su primero, Armillita IV no se cansó de intentar por un lado y por el otro, hasta que consiguió, por algunos instantes, meter en su muleta a “El Doc”.
El de Aguascalientes tuvo que emplearse a fondo para hacer pasar a su incierto enemigo, su estocada fue un tanto desprendida y pese a ello el tendido pidió vistosamente una oreja para el juvenil espada, la autoridad se mantuvo y Espinoza solo dio, con fuerza, la vuelta al ruedo.
El otro Fermín, Rivera, también padeció con su lote, dos toros agarrados a la arena que no se entregaban ni embestían claramente, el potosino se aplicó a fondo en su segundo y obligó a “Africanus” a beber de su muleta.
Rivera se alargó en la suerte suprema, pero su esfuerzo y ganas de agradar fue recompensado por el respetable sacándolo al tercio.
Alfredo Ríos “El Conde” no tuvo una suerte tan distinta a sus alternantes, igualmente tuvo que porfiar ante sus descastados enemigos, incluso en su primero y en un tercio que domina, el de las banderillas, se le mantuvo confundido con las maneras del astado.