Lo que inició como la celebración de un año más de vida fue todo un acontecimiento taurino al nivel de un niño torero como Santi Peláez, que este sábado se encerró con cuatro becerros de la ganadería de la Joya en la Plaza “Conchita Cintrón” en el centro ecuestre los Azulejos.
Santi Peláez es un niño que juega a ser futbolista, equitador, y torero; y en verdad lo hace muy bien en cada área. Desde hace 20 días comenzaron a circular las invitaciones y el público respondió con una entrada de media plaza.
Se lidiaron cuatro ejemplares de la Joya en donde destacó el primero y el cuarto al que le cortó de forma simbólica un rabo.
Santi en verdad bien en su concepto y toreo con los cuatro ejemplares en donde le salió la torería, pero sobre todo el justo por hacer algo que en manos de otro infante no es sencillo.
En esta tarde salió a darle las tres Adrian Camacho, otro pequeño con afición y gusta de la práctica bajo la dirección de su maestro el matador Alfredo Gómez “El Brillante”, quien lo ha venido puliendo.
Ojalá que Santi Pelaez, hijo de un taurino como lo es Alejandro Peleaz, apoderado serio, siga creciendo no solo en el toro, en el fútbol y los caballos, como hasta ahora lo ha hecho.
Así que tomando la frase de Jesús Servín, abuelo de Santi: “Mi torero él más grande del mundo o …..él más pequeño”, camine firme por cualquiera de los caminos que la vida le presente.
Portada: Kenia Santoyo
Galería: Oscar Mir