El becerrista Joaquín Macías, el aficionado práctico Luis Marco Sirvent y Grisel Marco recibieron una oreja simbólica respectivamente a una torera labor a la usanza portuguesa, en un amigable festival taurino en La Plaza de Cinco Villas, donde se lidiaron ejemplares de Maravillas, Jaral de Peñas, Manuel Macías, y Montecristo.
Abrió el festejo el becerrista Joaquín Macías de Aguascalientes, quien topó con “Cri Cri” becerrito débil de manos y con embestidas de clase pero aisladas y que pudo aprovechar ante un expectante cónclave que ovacionó al infante que se llevó su simbólico premio.
Grisel Marco, lidió dos ejemplares con su primero topó con un distraído que salía suelto y le ligó aislados muletazos. La faena de la tarde vino con su segundo un ejemplar de Montecristo al cual toreo en los medios de la plaza y con el cual se pudo recrear.
Así que pegó muletazos de mucha valía que le fueron coreados en una faena con estructura y entrega.
Luis Marco Sirvent por su parte cerró el festejó con un gran eral de Montecristo el cual fue bravo, con clase, con gran movilidad y fijeza y al cual lo toreó por nota al llevarlo largo y sometido. Al final el juez otorgó la simbólica oreja.
El matador de toros, Luis Gallardo por su parte pidió tres ejemplares como parte de su preparación para su actuación en la próxima feria de San Francisco en Pachuca, Hidalgo.
Con un ejemplar de Manuel Macías tuvo que sacar el oficio por lo cortó de embestida y parado; otro de Jaral de Peñas, anduvo empeñoso y sudo el traje para palmas; y con el tercero logró un toreo despacio.
