Responsive image

Prueba Arturo Saldivar vacas de Maravillas

Boletín de Prensa - Colaboración Especial - 23/11/2016

El pasado fin de semana el joven diestro Arturo Saldivar acudió a la hacienda hidalguense El Sauz, donde sienta sus reales la ganadería "Maravillas" propiedad de Alfonso Cuevas. El motivo, realizar labores de tienta y probar la calidad de cuatro vacas escrupulosamente seleccionadas por el criador de bravo.

El diestro se encuentra en plena preparación de cara a su presentación este sábado en La Monumental Plaza México y realizar estas faenas camperas le ha servido de mucho para poner a punto su depurada y elegante tauromaquia, las vacas de sangre coquilla se prestaron para que Saldivar ensayara su toreo con gusto y solvencia dejando pasajes que auguran una tarde artística en el coso de insurgentes.

Al terminar la faena Don Alfonso mostró su calidad como anfitrión convidando a todos una exquisita comida para comentar las incidencias ocurridas en el tentadero y Arturo expresó su deseo de triunfo con la ilusión y alegría propias de su juventud.

En la mesa los jóvenes ganaderos Diana Morales y Alejandro Pérez Cuevas propietarios de El Candho escuchaban atentos las opiniones de los protagonistas de la tienta, Alejandro es sobrino de Don Alfonso y representa la cuarta generación de ganaderos en esta familia que por muchos años ha reguardado el secreto de la bravura.

Vale la pena mencionar que después de muchos años de ardua labor la sangre de Maravillas esta llamando la atención de las figuras del toreo que hacen el viaje a Chapantongo Hidalgo para participar en las tientas que se viven con el respeto y ceremonia propias de las ganaderías de antaño, incluso en el momento de poner a las vacas al caballo sin utilizar los capotes y donde se aprecia el toreo y la paciencia de Cesar Morales provocando la embestida apenas sonando el estribo y moviendo poco el caballo, momento de verdadera tensión que culmina con las espectaculares arrancadas de tercio a tercio y el murmullo del ole entre los muy selectos asistentes en un instante de pureza y alegría que solo da la bravura.