Faenas mandonas, llenas de arte y profundas maneras ratificaron a Joselito Adame y Andrés Roca Rey como las máximas cartas latinoamericanas del toreo en el cierre de la actividad del 2016 en El Nuevo Progreso de Guadalajara, aunque también les tocó porfiar con ejemplares faltos de raza.
Se fue por delante Adame, ‘Fogonero’ de Campo Hermoso resultó un toro al que había que enseñarle el camino, Joselito sacó la experiencia y lo hizo embestir a su muleta, largos muletazos por derecha, un poco donde el astado quería, pero el de Aguascalientes calentó el ambiente.
Tras una meritoria y artística labor se fue tras el estoque, un espadazo casi fulminante y que incluso reclamó el tendido más cercano a la suerte, pero la clara presencia mayoritaria de pañuelos concedió el apéndice a Joselito.
Su segundo se inutilizó al fracturarse una pata, el primer reserva fue un toro rajado y al que se cansó de seguir en el ruedo, abrevió para después anunciar uno de regalo.
Con el séptimo del festejo, Joselito hilvanó una faena de esas que tardan en borrarse de la memoria, desde el quite de chicuelinas se veían venir los trazos geométricos, templados, lentos y con la muleta baja acompañaron el claro recorrido de ‘Bienvenido’ de Villa Carmela.
Adame estaba escribiendo una página importante de su carrera en Guadalajara hasta que vino un desafortunado espadazo desprendido que malogró en un tris el momento lleno de torería que había confeccionado, palmas tras la desilusión de los casi 14 mil aficionados en el coso.
Antes Andrés Roca Rey puso de cabeza a la plaza, en su primero no hubo tela de donde cortar, ‘Chiquis’ fue un manso rajado que solo tuvo recorrido para los finos lances de capa del peruano.
El sexto del festejo, ‘Cumpleañero’ de Villa Carmela’ fue su mejor aliado, Roca Rey puso al respetable en la orilla del asiento desde su quite con ajustadas gaoneras, luego se llevó un empellón al iniciar con la muleta tras su intento del cambiado por la espalda, el golpe hizo dudar de su continuidad en el ruedo, pero se levantó para ir hasta la cumbre.
Una y otra vez Andrés se enredó con el burel, el sudamericano regaló a la afición momentos de mucha solera y muletazos largos que dieron forma al consagrador grito de ‘torero-torero’. Roca Rey se gustó asimismo con un toreo reposado y de mucho kilataje. Con el estoque falló en el primer viaje pero luego bastó media para que doblara el toro. Una oreja tras ensordecedora petición.
Y la despedida de Eulalio López ‘Zotoluco’ no estuvo al nivel de su andar por los ruedos, su primero fue el toro con mejor presentación de la tarde, el derecho fue su mejor lado y el capitalino arrancó los primeros olés con fuerza del festejo, no tuvo su mejor estocada y aunque hubo notoria petición, la oreja no le fue concedida.
En su segundo y el del adiós a Guadalajara, el ‘Zotoluco’ abrevió ante la escasa colaboración de ‘Azteca’ de San Isidro, toda la plaza pensó que regalaría uno para irse por la puerta grande…pero no sucedió.