Fue una noche mágica la que vivió el novillero mexicano José María Mendoza, quién cortó una oreja, la segunda de la temporada “Soñadores de Gloria 2019”, la noche del viernes en la Plaza de Toros México.
Mágica porque ha sido una prueba intensa ante un bien presentada novillada de Monte Caldera, la cual estuvo romana y estampa, y con juego diverso.
Juan Pedro Llaguno, se llevo un lote complicado y se fue en silencio; mientras que Christián Iván, mostró esa voluntad torera ante su primero ejemplar que lo arropó en más de cuatro ocasiones, dejando la taleguilla hecha girones.
La repetición de la José María Mendoza, ha sido esperada por un público que deseoso de ver algo con los novilleros y Mendoza, muestra la evolución propia de la etapa que vive.
Con su primero un ejemplar de importante presencia la faena fue de menos a más, logrando hacer de esta una labor que el público se fue metiendo, de la misma suerte de capa, hasta armar un firme, templada faena que el público coreo con intensidad.
Y es que la creatividad y detalles que muestra el torero, deja ver los avances técnicos que delante de un toro significan mucho, ya que la estructura de la faena siempre tendrá en expectación al público. Un ejemplo ha sido como se plantó citando largo para un péndulo, y toreo en redondo, y si bien por el lado izquierdo, no caminó de igual forma, le significo mucho mérito cerrar su labor con una gran estocada que le significo la oreja al torero´.
Con su segundo la faena arrancó caminando de adentro a afuera, llevando con gracias el toreo que andando. Este fue un Campo Hermoso que sustituyo al cierra plaza de Monte Caldera que se lastimó la pata trasera.
No fácil la misión José María decidió brindar a Andrá Jusef Médina, quién en el cuarto se lanzaba al ruedo pidiendo una oportunidad. Y de torero a torero le hizo un brindis que conmovió a todos los presentes.
Lamentablemente falló con el acero escucho dos avisos y perdió la oportunidad de salir en hombros. Pero la realidad es que la gente se mostró entregada a lo largo de la noche con Mendoza que con un toreo artístico y de colocación va consolidando su entrega.
Juan Pedro Llaguno, tuvo detalles ante un lote ciertamente complicado con el cual en su primero demostró su voluntad y gusto. Y con el que cerraba su actuación un toro bonito en presencia y descarado de cara, lo más que pudo hacer fu intentar pero imposible el burel.
Christián Iván por su parte salió arropado y mal trecho tras ser cogido un par de ocasiones sin consecuencias. Su traje hecho girones pero dispuesto. El segundo se lastimo y ya no camino como era por lo que paso un pésima noche llevando el reconocimiento de la gente.