Hijo del matador de toros Óscar San Román, Diego San Román es natural de Querétano (México) aunque se ha formado en las escuelas taurinas de Sevilla y José Cubero “Yiyo” de la Comunidad de Madrid. "Lo traigo en la sangre, desde mi papá y mi abuelo, auque no fue hasta los 18 años que decidí ser torero. Primero fui futbolista, después corrí motocross, y como siempre quise ser y hacer cosas diferentes, le pedí a mi papá que me enseñase a torear y resultó que me enganché al toreo y descubrí mi pasión, aunque fuese tarde" declara el mexicano.
Debutó de luces en Roquetas de Mar hace apenas tres años y el año pasado lo hacía con caballos en León, Guanajuato (México) . Esta temporada, sus formas, valor desmesurado y aplomo, han dado que hablar en algunas de las primeras ferias de nuestro país, como Olivenza, Valencia, Las Ventas, Nimes y Pamplona, donde cortó dos orejas, convirtiéndose en uno de los novilleros punteros del panorama taurino actual y protagonizando conversaciones de aficionados y profesionales por su asentado concepto y entrega."Esta siendo una temporada muy bonita, positiva hasta el momento, desde lo de Madrid, esa tarde tan bonita y difícil a la vez, hasta Pamplona donde ya pude cortar dos orejas en una plaza de primera y disfrutar como disfruté, por lo que obviamente hago un balance de una temporada muy positiva y motivadora sobre todo" declara rotundamente Diego.
Sin duda, el mexicano demuestra ganas de triunfar, de verse anunciado en más carteles, de emprender la carrera hacia la gloria. El próximo 11 de septiembre está anunciado en la feria de Albacete, una de las más importantes del último tramo de temporada, y en un cartel de gran interés para el aficionado, en un mano a mano junto al novillero triunfador del serial albacetense de 2018, José Fernando Molina, y ante astados de Hdos. De D. Juan Manuel Criado y Encinagrande.
Albacete cuenta con una enorme afición, muy entendida y amante de la verdad y la integridad del toro bravo y los toreros. Llega a Albacete con cierto ambiente, "Espero que vayan con toda la ilusión de ver un torero que se va a entregar, de ver las ganas de un novillero que no se va a dejar nada dentro" concluye San Román.