Cristian Antar volvió a ser el triunfador en la penúltima novilla en la Plaza de Arroyo al cortar dos orejas a “Paellero”, mientras que Juan Pedro Llaguno cortó una a “Buen Amigo” de la ganadería de Pedro Haces e Hijos, que envió un encierro bien presentado, bravo que dejaron estar a los toreros.
Ramón Jiménez, sufrió un puntazo ante el negro del arroz y Curro Duran se llevó un ejemplar que se apagó, al pegar una maroma y ambos se fueron con las manos vacías ante casi un lleno.
Fue una tarde de interés la que se vio en el albero al sur de la ciudad de México, donde el público jaleó la labor de los toreros.
Curro Duran que había debutado en la tarde inaugural y ante la falta de toro, regresó pero una maroma, le alcanzó a lesionar su burel que terminó arrastrando una pata, además que protestó con ello las embestidas que terminaron en aisladas tandas. Pinchó y silencio.
Luego vino Juan Pedro Llaguno que las hechuras que tiene le ayudaron a lograr momentos artísticos.
Inicia por bajo y entre tanda y tanda va dejando destellos de torería y eso le gusta al público que se entrega el queretano quien pudo engarzar muletazos de importancia –Sí de forma aislada. Deja entera y dobla el burel para cortar una oreja.
Es digno reconocer que quién ha sorteado por Cristian Antar le ha permitido en todo momento, llevarse los ejemplares que han caminado y le han dejado estar en armonía al torero del Estado de México, quien mostró ante “Paellero” momentos de gusto y disposición ante un noble, al que había que pisarle el terreno corto, para invitarlo a venir a lanzarla.
Si bien pudo haber algún momento de duda, cuando se ajusto disfrutó su labor que remató por el lado izquierdo y tras media estocada, terminó su labor recompensada en primera instancia con una oreja y tras petición el juez le entregó la segunda y así llegó el triunfo.
Por segunda semana consecutiva llegó Ramon Jiménez de Guadalajara. Este joven torero de la Academia Municipal, tuvo esa hambre de entrega, y aún que se llevó al negrito de la paella, estuvo muy dispuesto. Colocó banderillas largas y cortas y galleo a su novillo logrando emocionar al publico.
Sin embargo al buscar el segundo par, con banderillas cortas el torero se hecho encima al novillo quien hizo por el y le pegó un pequeño puntazo. Dolorido salió a torear pero el novillo se amarró al piso y se hizo de piedra. Dejo tres cuartos de acero y se llevó palmas a su destacada labor.
Este penúltimo festejo ha dado paso para el cerrojazo de la temporada en donde Sebastian Ibelles y Cristian Antar se vuelven a encontrar como sucedió en la Florecita hace unos meses y un podría llegar el rejoneador Tarick Othon con ejemplares de diversas Ganaderia que estarían concursando para el cierre de la temporada 2019.