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Fenecieron los festejos sin puyazos... El Toro en México

Bardo de la Taurina - Colaboración Especial - 3/10/2016

Tanto en Madrid, México y Santiago Cuautlalpan, con el concurso de novilleros internacionales, entre ellos mexicanos, este fin de semana fenecieron las temporadas de novilladas sin puyazos, las cuales desde siempre se han dado con mayor o menor frecuencia en algunas plazas, así que esa hostia de querer hacernos creer en los medios que esta modalidad de dar festejos sin cuacos es de invención reciente, es tanto como pensar en que apenas el café con leche lo inventaron en los Starbucks y es que en el toreo, casi todo está inventado, incluso la prohibición de las corridas, es más en México las han suprimido temporalmente, no los masturbadores políticos del verde sino los propios presidentes de la república, como también es cierto que diversos mandatarios han ocupado las barreras.

Lo que sí está sucediendo, hablando de los tiempos presentes, como los referidos de las novilladas sin piquetes, es que con ellas se ha desatado una nube de confusiones que van desde el no saberlas entender en su concepción medular, como sucedió en México en la plaza capitalina, donde algún sector localizado entre quienes usan cualquier evento o circunstancia para ir a la contra con el objetivo de llamar la atención o por ignorancia, trataron de desvirtuar el concepto, en la plaza de Cinco Villas los festejos fueron vistos dicotómicamente a la monumental, pues los jilgueros aventaron más incienso que el que avienta el botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela, el de los 53 kilos y el 1.50 m de altura así que imaginemos todo ese incienso sobre una temporada, pues fue más lava que la que vomitó el Vesubio sobre Pompeya y Herculano, así que ¡cuidado!, tan mala es la hiel que amarga como la melcocha que ataranta, tan sencillo y tan prudente que sería decir solo ‘Ambas temporadas cumplieron’

Y es ahí donde la fiesta empieza a perder piso, cuando la realidad, como el hígado del borracho, se hincha o como los ojos del mariguano se nublan y ve borroso, a partir de ello todo se distorsiona, hoy se piensa o más bien se magnifica lo que en realidad es normal o estándar y lo peor es que la coba es como el juego de Juan Pirulero, que casi todos lo juegan con una excepción que lo son los empresarios, pues ellos tiene el termómetro de la taquilla el que mide el graderío, donde el volumen lo hacen los toreros extraordinarios que esos son los que interesan, que por cierto son muy pocos.

Los otros son a los que la cuerda les alcanza pa’ ser buenos, algunos regulares y otros solo modestos, mas todos en conjunto son los que hacen la ‘fiesta robalo’ que es la que hoy tenemos, la que se da a media agua donde el robalo navega, diciendo que no por ello deja de ser sabrosón, pero nunca será salmón.

En esos denominados chats, aclarando que no participo en ninguno, pero que me han incluido en varios, uno de los cuales lo apuntalan personajes cuya estatura no necesita de panegíricos como Don Luis Cuesta Perrusquia, el titular de desolysombra.com quien este fin de semana bordó versículos que vienen siendo unas perlas de lo sensato y de lo claro, algunas de las cuales me atrevo a compartir porque sé que Don Luis no es un hombre envidioso, pero sí selectivo, por ello si en esta columna que es del pueblo no aparecen las citas que a continuación voy a citar, pues solo las gozaran quienes pa’ leerlas se enfundan en traje de gala, las paladean al cobijo de un Buchanan´s 12 Years Old y las meditan al arrullo de un Cohiba Behike:

‘En el toreo hay que ser extraordinario o un fuera de serie – De Paula y Curro Romero no eran Ordoñez, ni Camino, ¡no! pero eran unos fuera de serie – Personalidad – Los gustos en el toreo son subjetivos afortunadamente hay cosas muy obvias – En el toreo no basta con ser bueno como en el deporte – Son buenos, son necesarios, pero… – Yo no quiero solo figuras, me gustan los toreros que me apasionan – Que tienen pinceladas de arte, que el toreo les sale del alma – A mí los mediocres nunca me han caído bien – Apoye toreros en sus inicios pero no estoy ciego’. Citas y máximas de Don Luis Cuesta Perrusquia, Acapulco, México. ¡Gratitud!

Ante eso, solo guardar la esperanza que entre los que asomaron su aún endeble pescuecito en estas temporadas de novilladas sin caballos, tanto en la Plaza de Las Ventas, en la Monumental México y en la de Cinco Villas, ojala alguno o hasta dos con mucho optimismo sea (n) un día digno (s) de ser etiquetado (s) como figura (s) los demás serán toreadores buenos, regulares, sin olvidarnos de las comparsas y ahora que estamos a tiempo, recordar para que tengan un recuerdo, a los que se van a quedar en el camino.
*Lo del número de posibles realidades torerísticas sale presumiendo cual será la respuesta a la pregunta ¿Con cuántas figuras de la novillería se cuenta o se ha contado los últimos veinte años por temporada? Y es que seamos realistas de las recientes horneadas de los tricolores ¿Cuántos fueron contundentes para haber alcanzado la alternativa, sin mácula?, y es que pa’ romper se requiere pasarse al toro por la faja, conmocionar al tendido, derrochar personalidad, asustar de valientes, transpirar enjundia, descararse frente al toro el que trae edad, kilos, diamantes, que es el único que le da validez a lo que se hace, lo demás es artificial.

Y pa´ irnos con algunos de los atributos, decir que el domingo se adjudicaron peludas en Madrid, el español Francisco de Manuel y el mexicano Alejandro Adame, en México el local Tato Loaiza, con ese su carácter indomable, a mordidas les arrancó un par de orejas a bureles del Vergel, mientras el hispano Ángel Téllez se apuntó una, lo mismo que un día antes a Sebastián Ibelles le fue acreditada otra recompensa.