Santiago Cuatlalpan, Texcoco, Estado de México. -Fue una tarde de gallos por la pelea que dieron en el ruedo. Niños de entre seis y 11 años se dieron cita este sábado a la Plaza de Cinco Villas que tuvo presencia de lleno por parte del público que se dio cita para presenciar, una Becerrada de Lujo que dejó un saldo de éxito con la actuación de cada uno de los pequeños toreros.
Y es que un festival así, ha dejado al público inspirado con lo que un infante puede hacer delante de un bovino bravo acorde a su condición.
Hoy por primera vez Cristóbal Arenas "El Maletilla", ha sentido la presión de un par de alternantes que salieron a manifestar su tauromaquia y que no le pusieron fácil el paquete al jovencito sensación de la fiesta que había sido dueño de esta plaza en de de antes ya había estado hasta en un par de ocaciones.
Jesús Sosa, originario de Apizaco, Tlaxcala dejó claro que puede y quiere ser un torero en potencia, ya que su capacidad de resolver, inspirar y sentir la tauromaquia dio como resultado que se encontrará con buen becerro de León Sergio González al cual se premió por calidad con las palmas.
Pero más allá del sentimiento con el que torero este pequeño artista, llegó hondo al público que vibro al ver cómo su capacidad de resolver, lo hacía generar esa sensación de ver un torero consagrado pero a la vez nuevo.
Al final dos orejas simbólicas que hicieron romper al niño que dio una vuelta al ruedo al borde del llanto, por tantas sensaciones vividas en esta tarde.
Otro de los que dejó ver sus buenas maneras ha sido Emiliano Osornio que desde Aculco, Estado de México. dejó ver sus bases técnicas, además de un buen toreo a su nivel. Su faena a tenido variedad y desplantes que hicieron sentir el toreo en Santiago, Cuatlalpan.
Alejandro Moreno " El Castelita", debutó a sus seis años en este escenario y si bien se llevó una marometa el niño de Xalostoc, Estado de México mostró la intuición y valor delante de un Bravo y eso el público lo disfruto al grato de despedirlo entre grito de torero, tras recibir el equivalente a una oreja.
Alichó Pérez, de Michoacán se llevó una becerro suelto y poco fijo que no le dejó estar a gusto, por lo cual el pequeño torero hizo lo que le pudo pese a lo suelto y avante del astado.
Él Maletilla se quedó con un torito de Maravillas, bueno y codicioso el cual le tuvo que aguantar para hacerle faena y así sucedió. Lo sorprendente de Cristóbal es que le camina a los ejemplares, les resuelve delante de la cara y transmite emoción al tendido. Un par de ocaciones rodó en la arena por qué el solito se hecho el burel pero sin consecuencias. Al final se llevó dos orejas y fuertes ovaciones en una tarde que manifestó su calidiad.
De esta manera Cinco Villas cumplió ante su afición con un espectáculo que tuvo calidad y buscó reunir víveres y dinero para entregar a los niños de la Casa Hogar Divina Providencia, motivo por lo cual Cinco Villas hace los festejos taurinos desde su bases, pasando por las novilladas sin caballos y novilladas formales.